El Manifesto del feminismo romaní
REUNIDAS gitanas feministas de toda Europa y América en el primer congreso de feminismo romaní organizado por la Asociación de Gitanas Feministas por la Diversidad, un colectivo de gitanas activistas comprometidas con la lucha por la emancipación de las mujeres y de la comunidad gitana, RECORDAMOS:
Que desde el primer congreso internacional gitano celebrado en Londres en 1971, las Naciones Unidas reconocieron la bandera gitana simbolizada por el azul del cielo y el verde de los campos como símbolo de nuestra identidad transnacional. Alrededor de esta bandera alzamos nuestra voz para reivindicar que las gitanas feministas somos constructoras de la paz. Soñamos con una sociedad intercultural basada en el respeto y la dignidad. Una sociedad alzada sobre la no-violencia. Nuestra meta es contribuir a consolidar puentes entre culturas por los que circulen el conocimiento mutuo, el reconocimiento de la diferencia, y la justicia social.
Aspiramos a crear un nuevo mundo sin patriarcado en el que la liberación de las mujeres gitanas, negras, musulmanas, árabes, de todos los rincones de la tierra, de todos los colores y religiones, y todas las racializadas, puedan desarrollar plenamente sus derechos como mujeres y ciudadanas.
Soñamos con una sociedad sin murallas raciales, con un mundo de respeto y conocimiento de la diversidad cultural, y unimos nuestras manos para trabajar juntas por una sociedad en la que nunca vuelva a existir el sufrimiento y el dolor por ser diferente, por ser distinta, por ser gitana.
MANIFESTAMOS nuestra más profunda indignación y repulsa ante la situación de racismo institucional que sufrimos las gitanas y gitanos del mundo: sometidas al apartheid, a la pobreza, a la segregación, a la exclusión laboral y educativa, a la infravivienda y la chabolismo más degradante, a la opresión de una sociedad profundamente racista y excluyente que niega derechos básicos de ciudadanía, que atenta de una forma continuada, sistemática y estructural contra nuestros derechos civiles y sociales como ciudadanas españolas y europeas.
Levantamos nuestra voz como ciudadanas contra las instituciones, administraciones, y organizaciones que perpetúan un modelo racista y colonialista de subordinación y colonización sobre nuestros cuerpos e identidades.
Nos revelamos y denunciamos las redes clientelares que amparan, sostienen y perpetúan sistemas de dominación y opresión para lucrarse de la pobreza y de la miseria e nuestro pueblo.
Nuestro feminismo es un feminismo por la emancipación de las mujeres y por la emancipación de nuestro pueblo, en el que los hombres participan activamente. Nos enorgullece contar entre nuestras filas con gitanos feministas que comparten nuestros sueños, anhelos y nos acompañan en la lucha por nuestros derechos.
A partir de este momento histórico las mujeres gitanas feministas no somos invisibles, nuestro pensamiento y nuestra cosmovisión es imparable. Nuestra capacidad de resistencia supera con creces todos los mecanismos de opresión que nos subyugan. Nos pueden robar nuestro derecho a la educación, nos pueden robar nuestro derecho a una vivienda digna, nos pueden robar nuestro derecho a la justicia, y nos pueden robar nuestro derecho a un trabajo digno, pero no pueden robarnos nuestra autoestima, nuestra valía y nuestra dignidad. Pueden manipular a las gitanas y a los gitanos más vulnerables y dependientes. Pueden inventar nuevas estrategias de contra-revolución desde los círculos del poder, pero no podrán silenciar las voces potentes, fuertes, limpias, que nunca dejarán de denunciar el racismo institucional que estas prácticas implican.